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La seguridad en el puesto de trabajo es un desafío importante en cualquier entorno laboral.

En este sentido, las Administraciones Públicas se enfrentan a varios desafíos que incluyen:

• Dispositivos móviles: la protección de este equipamiento se ha vuelto indispensable debido al aumento del teletrabajo y la movilidad de los empleados. Surge la necesidad de vigilar el acceso a los sistemas y a los datos gubernamentales, implicando políticas de seguridad como el cifrado de datos, la gestión de dispositivos y el control de aplicaciones.
• Ciberamenazas: las AAPP son objetivos frecuentes de ataques cibernéticos debido a la gran cantidad de datos sensibles que manejan. Los retos en este caso suponen proteger la red contra ataques de malware, ransomware o phishing entre otros.
• Concienciación y capacitación: fundamentales para mantener un entorno seguro. Se debe abordar este reto, educando a los empleados sobre las mejores prácticas de seguridad como la identificación de correos electrónicos de phishing, el uso seguro de contraseñas y la protección de la información confidencial. Esto supone la promoción de una cultura de seguridad digital entre los empleados. Además, las AAPP deben cumplir con la normativa en esta materia, manteniéndose al día con los cambios de legislación.
• Actualizaciones: los organismos públicos deben implementar una gestión eficaz para garantizar que los sistemas estén protegidos contra las últimas amenazas.

Complementando estos desafíos, existen dos consideraciones clave para garantizar la seguridad en el puesto de trabajo digital: el uso de contraseñas seguras, y la autenticación de dos factores. En el primer caso, se trata de utilizar contraseñas fuertes y únicas, además de cambiarlas periódicamente; y en el segundo caso, habilitar la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible, siendo necesaria una segunda vía de verificación como puede ser un código enviado a un dispositivo móvil.